Insulina y hormona de crecimiento: claves hormonales en el rendimiento físico moderno.

En el mundo del rendimiento físico y el desarrollo muscular, las hormonas juegan un papel esencial. Por ejemplo, las más influyentes se encuentran la insulina y la hormona de crecimiento (GH, por sus siglas en inglés). Ambas actúan como reguladores metabólicos potentes y, cuando se comprenden adecuadamente, pueden optimizar entrenamientos, recuperación y composición corporal.

¿Qué es la insulina y por qué importa en el deporte?

La insulina es una hormona secretada por el páncreas en respuesta a la ingesta de carbohidratos. Por lo tanto, su función principal es facilitar el transporte de glucosa desde la sangre hacia las células, donde se utiliza como energía o se almacena como glucógeno.

Sin embargo, muchos relacionan la insulina solo con la diabetes, en el mundo del gym tiene un papel clave:

  • Recarga tus músculos: después de entrenar, la insulina ayuda a que el glucógeno (energía) vuelva a tus músculos.
  • Promueve el crecimiento muscular: al llevar aminoácidos a las fibras musculares, favorece la síntesis de proteínas.
  • Controla el catabolismo: frena la destrucción muscular cuando tu cuerpo está en estrés post-entreno.

Hormona de crecimiento: más allá del mito, una aliada para transformar tu físico

La hormona de crecimiento (GH), secretada por la glándula hipófisis, tiene un papel multifuncional en el cuerpo, que va mucho más allá del “crecimiento”. Sin embargo,en el contexto del gimnasio, la GH es fundamental para tres cosas: ganancia muscular magra, reducción de grasa corporal y recuperación profunda.

Principales funciones de la GH:

  • Estimula la síntesis proteica:
    • Promueve el crecimiento muscular sin retención excesiva de líquidos.
    • Favorece la recuperación de fibras musculares dañadas por el entrenamiento intenso.
  • Aumenta la lipólisis:
    • Facilita la utilización de grasa como fuente de energía.
    • Ideal para periodos de definición o recomposición corporal.
  • Regenera tejidos:
    • Acelera la recuperación de tendones, ligamentos y articulaciones.
    • Reduce el riesgo de lesiones cuando el cuerpo está sometido a carga constante.
  • Mejora la calidad del sueño profundo (fase REM y N3):
    • La mayoría de la GH se libera durante las primeras horas del sueño profundo.
    • Un buen descanso equivale a más GH, y más GH equivale a mejor recuperación y crecimiento.

¿Cómo trabajan juntas en el gym?

Lo más interesante sucede cuando la insulina y la GH trabajan de forma coordinada:

  • GH actúa durante el entrenamiento y el sueño, movilizando grasa y estimulando la regeneración.
  • La insulina entra en juego post-entreno y después de las comidas, almacenando energía y ayudando a construir músculo.

En conclusión, cuando sabes cuándo comer, qué comer y cómo entrenar, puedes manipular estas hormonas de forma natural para obtener los mejores resultados.

Sin embargo, en el ámbito del entrenamiento físico, las hormonas como la insulina y la hormona de crecimiento cumplen funciones esenciales que van mucho más allá de lo que se percibe a simple vista. Por lo tanto, son responsables de procesos clave como la recuperación muscular, el desarrollo de masa magra y la utilización eficiente de la energía.

Comprender cómo se comportan y cómo responden ante el ejercicio, la nutrición y el descanso permite optimizar cada sesión en el gimnasio. Por lo tanto, no se trata solo de entrenar más, sino de entender qué sucede dentro del cuerpo para potenciar cada esfuerzo.

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