Probablemente habrás escuchado en algún momento sobre la memoria muscular, y se entiende como la capacidad que tiene nuestro cuerpo para recuperar la masa perdida tras un periodo de inactividad. Pero, ¿Realmente existe la memoria muscular?

A continuación, te daremos una breve explicación sobre como la memoria muscular puede beneficiar o afectar al músculo.

Si bien es cierto, el cuerpo tiene memoria. Es más, los músculos pueden recordar los ejercicios que hemos hecho anteriormente, lo que ayuda a recuperarse mejor. Esta memoria muscular que todos tenemos ayuda a recuperarnos y conocer el movimiento, sobre todo después de un periodo de inactividad.

¿Qué es la memoria muscular?

Al igual que nuestro cerebro tiene memoria y nos permite recordar momentos y experiencias vividas, los músculos también tienen la capacidad de retener aquellos movimientos que han realizado anteriormente de forma repetida y continuada.

Anteriormente, la memoria muscular se relacionaba con la capacidad como andar en bicicleta o esquiar, incluso sin haberlas hecho años atrás. Sin embargo, el cuerpo recuerda cómo hacerlas, pero esto no es memoria muscular, ya que esos recuerdos existen dentro de las neuronas motoras del cerebro.

La memoria muscular se da, sobre todo, en quiénes practican deporte con regularidad. Si han dejado temporalmente por algún motivo, los deportistas recuperan rápidamente su forma física y tienen más facilidad a la hora de volver a realizar determinados ejercicios.

Lo que se ha descubierto hasta ahora es que en la célula muscular hay un núcleo donde se almacena la información del tamaño de la fibra muscular que hemos conseguido. Entonces, cuando entrenamos no solo las fibras musculares aumentan de tamaño, sino también los núcleos.

¿Mito o realidad?

En algunos resultados y estudios, la memoria muscular puede existir.

Cuando hacemos ejercicios físicos, desarrollamos fibras musculares y la información sobre esta se puede almacenar en el núcleo de nuestras células musculares.

Sin embargo, si dejamos de hacer deporte durante un tiempo prolongado, las fibras musculares pierden volumen, pero el núcleo de las células se mantiene estable.

De esta manera, cuando retomamos el entrenamiento, es más fácil recuperar la masa muscular perdida.

Además, las fibras que tienen la mayor cantidad de núcleos crecen más rápido a medida que se ejercitan. Por ello, podemos decir que estos núcleos son un componente muy importante de la memoria muscular.

¿Cómo mantener la memoria muscular?

Las rutinas de entrenamiento son las responsables del desarrollo de la memoria muscular. Realizar una actividad física con regularidad ayuda a mejorar la coordinación y el rendimiento.

Aquí te dejamos los 2 consejos más importantes.

Ganar masa muscular. Para que nuestros músculos mejores su memoria, es preciso alcanzar una hipertrofia superior a la que teníamos anteriormente. Es decir, aumentar el tamaño de los músculos con un entrenamiento de fuerza mayor al que hacíamos hasta ahora.

Descansar. Es necesario dejar un tiempo entrenamientos. La memoria muscular dura aproximadamente unas 72 horas, por lo que conviene hacer deporte, intercalando días descanso.

Por último, es importante que tengas en cuenta estos consejos para no perder mucha masa muscular durante el tiempo que te tome de inactividad: mantén el consumo de proteína alto, evita el déficit calórico y trata de moverte en la medida de lo posible.

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